Hoy quería recomendaros la lectura de La pesca de salmón en Yemen, de Paul Torday. Sí, ya sé que no se trata de una obra reciente, pero tampoco es que esté pasada de moda (¡es de 2007!) y creo que viene muy a cuento a tenor de los últimos acontecimientos en Oriente Próximo (véase la guerra en Siria), ese eterno polvorín en el que se mezclan taaaaantos intereses…
A los que no os entusiasme eso de pescar, no os asustéis por el título. No se trata de uno de esos libros aburridísimos en los que el autor busca cualquier excusa para pasarse páginas y páginas disertando sobre su afición favorita. Nada que ver.
Me parece que, a través de un discurso polifónico plasmado en diferentes registros (desde un diario hasta correos electrónicos, documentos burocráticos, fragmentos de prensa, interrogatorios policiales o retazos de una autobiografía inédita), el narrador nos ofrece una lúcida e irónica mirada sobre las diferencias entre Oriente y Occidente o lo absurdo de un sistema político que pretende desviar la atención de los ciudadanos de todo lo que puede perjudicar los intereses electorales de sus dirigentes mediante el hábil manejo de la imagen.
Además, se tocan otros temas como las cloacas de la política (baste como ejemplo la “investigación” sobre la desaparición del capitán Robert Matthews), la lucha entre lo personal y lo profesional, entre lo convencional, lo permanente, lo estable o el riesgo de asumir nuevos retos que den sentido a la vida; o el alentador poder de la fe (“La fe está antes que la esperanza y antes que el amor”).
Ah, y, al mismo tiempo, introduce temas como la guerra de Irak, la presencia de tropas extranjeras en Oriente Próximo, los intereses políticos y geoestratégicos en la zona o el papel de Al Qaeda.
Me parece que los personajes están muy bien trazados: Peter Maxwell, el ambicioso asesor del Primer Ministro; el doctor Alfred Jones, que evoluciona desde su negativa inicial hasta la fe más absoluta en el disparatado proyecto; o, cómo no, el jeque Mohamed ben Zaidi bani Tihama y su fe absoluta en que la pesca del salmón conseguiría hacer olvidar, al menos durante ese tiempo compartido, las diferencias de clases, así como mejorar las relaciones entre Oriente y Occidente.
Resumiendo, que me encantó y que me parece sutil, divertida y original.
¿La habéis leído? ¿Os gustó?
Ah, por cierto, para los que no lo sepáis, existe la versión en peli, de 2011, protagonizada por Ewan McGregor.
Fuente de la imagen: weheartit.com
prêt-à-leer 